¿Qué te lleva a escribir una novela de fantasía?
Es un género que siempre me ha gustado, desde Tolkien hasta Conan, el bárbaro, pasando por Lovecraft. Sólo había escrito un cuento fantástico y quería explorarlo. Me sentí como un niño recorriendo una tierra de magia al escribir esta obra.
¿Puedes comentar sobre los seres mitológicos andinos o criaturas fantásticas de la novela?
No quise apropiarme de la mitología indígena andina, usé unos seres de la imaginación del padre Juan de Velasco, y también creé seres a partir de las imágenes del simbolismo pictórico del siglo XIX, que es una escuela de la pintura que me gusta mucho y que tuvo en nuestro país unas manifestaciones interesantes.
¿Crees en la magia? / ¿Cuál es tu idea de la magia en la ficción?
En mis estudios de antropología revisé mucho de lo mágico guiado por el padre Marco Vinicio Rueda: Mauss y Malinowski, de esos autores aproveché conceptos que me sirvieron para relatar procesos mágicos convincentes. No creo en la magia, pero da mucho para contar.
¿Se puede ubicar temporal y espacialmente a la novela?
Pasa en un mundo parecido pero paralelo al nuestro, en un Ecuador mágico.
¿La humanidad tendrá que enfrentar, tarde o temprano, un Gran Alborozo?
El Gran Alborozo es una disyuntiva donde se bifurcan la historia del mundo de la novela y la de nuestro mundo. Es una catástrofe terrible. Ojalá si hay una catástrofe así, haya también una historia paralela donde podamos refugiarnos…
El personaje de Eliécer Briones es un claro homenaje al escritor cuencano Eliécer Cárdenas (1950-2021) y a su Naún Briones de Polvo y Ceniza (1979), ¿comparte tu novela algo con la de Cárdenas?
Siento una gran admiración por Cárdenas y por esa generación de narradores: Proaño, Ubidia, Egüez, Dávila… Además, el protagonista de mi novela es lojano y, en ese mundo mágico y paralelo, empieza como una especie de bandolero, termina como un ser poderoso, mágico y terrible…
Tú has explorado no solamente en géneros como el cuento, novela, teatro, novela gráfica, ensayo, sino también en ciencia ficción, distopía, zombis, fantástico, onírico, ¿hay una voluntad de explorar los distintos géneros literarios? / ¿por qué?
Escribo para divertirme y para librarme unas ideas que primero me ronronean en la cabeza y, con el paso de los días, atruenan como cataratas. Esas ideas me dicen qué género quieren para brotar. Yo sólo pulso las teclas de la computadora.
¿Tuviste una rutina de escritura? / ¿Tienes alguna anécdota sobre la escritura de esta novela?
Esta es la única novela que no planifique de inicio. Empezó como un cuento, el de una bruja vieja que iba a morir en la Basílica, en Quito, con su loba domesticada y perseguida por un nigromante… Luego surgieron los otros personajes. Fue un caos. Es la novela que más trabajo me ha costado armar. Ojalá no se note mucho.
¿Qué opinión tienes respecto de la Inteligencia Artificial para escribir?
Hasta ahora, la IA escribe muy mal. Mejorará. Por suerte para mí, cuando ya escriba tan bien como Tolstoi, yo ya estaré muerto.
¿Cuáles son tus referentes del género fantasía?
Para esta novela, me sentí muy acompañado por Fritz Lieber, el de Farfhrd y e Ratonero Gris, por el Conan de Robert Howard, por Roger Zelazny, el de Dilvish el Maldito, y, sobre todo, por Clark Ashton-Smith con su mundo: Zothique.
Santiago Páez
Escritor de novelas y cuentos de ciencia ficción, policial y fantástico. Doctor en literatura y licenciado en ciencias jurídicas. Premio Joaquín Gallegos Lara por el libro de cuentos Profundo en la Galaxia (1994), finalista del Premio Aurelio Espinosa Pólit en 2007, dos veces merecedor del Premio Darío Guevara Mayorga en 2009 y 2016.
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